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6 latinas excepcionales que cambiaron la historia de Arizona

Marzo es el Mes de la Historia de la Mujer, el cual celebra el papel vital de la mujer en la sociedad y honra las contribuciones a lo largo de la historia de Estados Unidos. Pero los actos inolvidables de mujeres se dan todos los días, construyendo lazos y efectuando cambios en todo ámbito —desde laboral a comunitario.

Y en Arizona, un estado fronterizo con México y donde más del 32 por ciento de la población se identifica como hispana o latina, las mujeres de esta comunidad han sido ejemplos excepcionales del cambio: abriendo puertas, forjando caminos y cimentando puentes que han favorecido a todo residente del Estado del Gran Cañón y del país.

Con motivo de esta conmemoración del Mes de la Mujer, a continuación recontamos las historias y logros de cinco mujeres latinas locales excepcionales que han abierto camino y transformado comunidades de Arizona. 

María Urquides.

María Luisa Legarra Urquides: Madre de la educación bilingüe 

Nacida en 1908 en Tucson, Arizona, a padres mexicoamericanos, María Urquides mantuvo siempre un gran orgullo en sus raíces biculturales y el idioma español. El vecindario donde ella creció se caracterizaba por tener mucha diversidad, lo cuál alentó su necesidad de comunicarse con otros a pesar de diferencias culturales y de lenguaje, según el sitio del Salón de Fama de las Mujeres de Arizona

Urquides, con grandes esfuerzos de su familia, obtuvo su certificado como maestra en 1928 para luego completar su licenciatura y maestría como educadora en la Universidad de Arizona. Su primer puesto como maestra fue en la escuela primaria Davis en Tucson donde enseñaba a niños mexicanos y de ascendencia mexicana en su gran mayoría, así como niños indígenas Yaqui. Esta experiencia definió su búsqueda por apoyar a estudiantes bilingües en su educación.

Eventualmente, Urquides se convirtió en una líder comunitaria y humanitaria en la educación bilingüe, no solo localmente sino también a nivel nacional en un campo emergente, ya que en 1920 no era permitido enseñar en otro idioma que no fuera el inglés. Hoy en día ella es considerada una de las más grandes influencias en la educación bilingüe en EEUU, habiendo desafiado las leyes que regían el país varias décadas atrás.

Entre las condecoraciones que Urquides ha recibido, en vida y en muerte, se encuentran el nombramiento de una escuela en el Distrito Unificado de Tucson en 1974 en su honor así como su inducción al Salón de Fama de las Mujeres de Arizona en 2002.

Christine Marin.

Christine Marin: Guardiana de la historia latina

La doctora Christine Marin nació en la comunidad minera de cobre de Globe, Arizona. Su gran pasión desde niña ha sido preservar la historia que inmemoraliza los esfuerzos, batallas y éxitos de comunidades hispanas en este estado. Esta devoción por la historia, de acuerdo a un video del Proyecto del Recuerdo de Arizona, la adquirió de sus padres, Lupe Trujillo Marin y Eulalia Renteria Marin, quienes le comunicaron la importancia de resguardar la historia, así como escribirla.

Marin obtuvo su licenciatura, maestría y doctorado de la Universidad del Estado de Arizona (ASU por sus siglas en inglés) y ha trabajado en esta institución educacional estatal como educadora e investigadora desde la década de los 60. Marin es la fundadora de la Colección de Investigación Chicana en la Biblioteca Hayden en ASU. También fundó la Organización de Estudiantes Mexicanos Americanos (MEChA por sus siglas en inglés) y ha trabajado en varios comités, grupos de trabajo y puestos administrativos en la universidad.

Su labor ha sido de tal impacto que la Asociación de Profesores y Personal Chicano/Latino nombró un premio a su nombre que cada año reconoce a un miembro del personal de ASU por ejemplificar la pasión por su profesión, conexión a la juventud hispana, liderazgo en la universidad y participación comunitaria.

Hoy en día, Marin continúa su trayecto educacional en la universidad, donde ha enseñado cursos sobre historia, historia de mexicoamericanos y Latinos, estudios de género y estudios de la frontera, entre otros. 

Linda Ronstadt, "Canciones de mi Padre"

Luisa Ronstadt Espinel: Embajadora de la música

Luisa Ronstadt nació en Tucson, Arizona, donde adquirió de su padre su gusto por la música española y mexicana. El padre de Ronstadt fue un empresario mexicano de ascendencia alemana que emigró a Tucson a finales del siglo XIX donde estableció un negocio de herrería y ferretería exitoso y lideró la creación de la primera institución sinfónica de la zona, el Club Filarmónico Tucsonense.

La apreciación por la cultura, el arte y los idiomas en su familia llevó a Ronstadt a San Francisco, California, a sus 20 años a recibir entrenamiento formal en música, baile y teatro, lo cual la impulsó a seguir una carrera en actuación y canto. De acuerdo al Proyecto del Recuerdo de Arizona, Ronstadt viajó a París y Madrid al finalizar su educación donde se continuó desarrollando como una intérprete de baile folclórico español. Después, ella regresó a EEUU para mostrar sus talentos en este continente, adquiriendo más fama y elogios a lo largo de la década de los 20. 

Aunque Ronstadt nunca regresó a vivir en Arizona, ella visitó Tucson donde habló sobre los recuerdos de su infancia durante un espectáculo que realizó en el Templo de la Música y el Arte. Su carrera también incluyó un tiempo como educadora de música y la publicación de un libro, Canciones de Mi Padre, con una colección de canciones mexicanas que dedicó a su padre. Su sobrina, la también reconocida Linda Ronstadt, grabaría algunas canciones de este libro en su álbum de 1987 "Canciones de Mi Padre".

Con un alcance internacional, Ronstadt se convirtió en un símbolo del éxito que llevó consigo la cultura de la frontera de Arizona y México a través del mundo antes de morir en 1963.

Marguerite Trujillo.

Marguerite Trujillo: Pionera en la política arizonense

Marguerite Trujillo nunca imaginó que su destino sería fungir como pionera cuando obtuvo un trabajo de oficina en la década de 1930. Pero en los años siguientes, Trujillo se convirtió en una estrella para la comunidad latina de Arizona cuando llegó a Washington D.C., siempre abogando por su comunidad latina, y por sí misma, durante su trayectoria.

En 1944 aceptó trabajar como recepcionista con el Representante por el Congreso de EEUU Richard Harless, lanzando así su carrera en la política. Cuando Trujillo inició su trabajo con Harless, no había mucha oportunidad profesional para mujeres, además de trabajadora social, maestra y enfermera. Por ello fue que decidió trabajar con funcionarios públicos, para "así decirle a los jefes qué hacer".

Más tarde se fue a trabajar para la Corte Superior de Arizona como alguacil, reportera judicial de la ciudad de Mesa y, poco después de retirarse en 1986, aceptó un trabajo en la Legislatura estatal como asistente del Representante Earl Wilcox.

En 2021, trujillo cumplió los 100 años. En ese entonces dedicaba sus días a ayudar a personas de avanzada edad a acceder a la vacuna contra el COVID-19, lo que le recordó cuando hacía lo mismo por la vacuna de polio en la década de los 50.

Francisca Montoya.

Francisca Montoya: Altavoz para el inmigrante y trabajador agrícola 

Francisa Montoya creció en la comunidad de Surprise, Arizona, donde fue a una escuela local sin saber el idioma. Montoya nació y creció en una familia de inmigrantes mexicanos, que a lo largo de su niñez se movieron de pueblo en pueblo a través de Estados Unidos en busca de trabajo en granjas agrícolas. 

De acuerdo a una entrevista como parte del Proyecto del Recuerdo de Arizona, ella aprendió la importancia del trabajo y la responsabilidad de sus padres, lo que la llevó a dedicar su vida al activismo social. Una de sus más grandes inspiraciones fue conocer a Cesar E. Chavez y aprender de su activismo por los derechos de los trabajadores agrícolas en los años 60, así como el movimiento de los derechos civiles en EEUU. Su sed por el conocimiento impulsó a Montoya a completar sus estudios universitarios e involucrarse en el grupo estudiantil MEChA antes de entrar a Centro Adelante Campesino, donde lanzó su carrera como organizadora.

Su legado se ha basado en la concientización de las condiciones y derechos de inmigrantes y trabajadores agrícolas en este país por medio de roles locales y trabajo a nivel internacional. Montoya es actualmente la Directora de Soluciones Económicas e Innovadoras en el Fondo de Desarrollo Raza y continúa su servicio comunitario como miembro de la Junta Directiva de la Escuela Primaria Fowler, de la Asociación de Juntas Escolares Latinas de Arizona y del Comité de Planificación de South Mountain Village de la ciudad de Phoenix, entre otros puestos. 

Teresa "Terri" Cruz.

Teresa 'Terri' Cruz: Defensora de la igualdad

Terri Cruz es mejor conocida por su papel en la creación de la organización Chicanos Por La Causa (CPLC) en 1969 con el fin de acabar con la discriminación en contra de la comunidad mexicoamericana en EEUU. Sin embargo, Cruz contribuyó de múltiples otras maneras a la comunidad latina en Arizona como líder de derechos civiles.

Cruz nació en Tucson, Arizona, en 1927 y creció con sus dos hermanos y otros niños huérfanos bajo el cuidado de su tía al morir sus padres cuando ella tenía cinco años, según la serie Trailblazer del Proyecto del Recuerdo de Arizona. La educación formal de Cruz terminó cuando se mudó a Phoenix al acabar el octavo grado y fue en ese entonces cuando su carrera como líder comunitaria inició. Como madre casada con ocho hijos, trabajó como empleada doméstica hasta ser elegida como miembro del comité del distrito en donde vivía, algo que ella nunca pensó posible. 

Su trayectoria como líder continuó creciendo conforme su búsqueda por mejores condiciones para comunidades empobrecidas creció. A lo largo de su carrera, desarrolló una amplia red de contactos a través de agencias locales, estatales, federales, organizaciones comunitarias, sindicatos y negocios y su influencia la convirtió en una pieza indispensable para la creación de CPLC, incluyendo la creación del Programa de Servicio Social Terri Cruz, que ofrece ayuda financiera a cientos de familias en los condados de Maricopa y Pima. Cruz recibió en vida reconocimientos por parte de LULAC, el Colegio de Abogados de Maricopa y el Ejército de Salvación e inclusive se proclamó el día 25 de junio de 1999 en su honor por sus logros como defensora de la comunidad hispana en Phoenix. 

Cruz murió en 2017 a la edad de 89 años habiendo dejado un legado de triunfo y orgullo latino. 

Comuníquese con la reportera Silvia Solis por correo electrónicosilvia.solisgarza@gannett.com.