Hobbs, Lake opinan sobre cómo resguardar el proceso electoral si ganan la gobernatura
Stacey Barchenger
La candidata republicana a gobernadora de Arizona, Kari Lake, se negó el domingo a decir si aceptaría la derrota este noviembre, evitando repetidas preguntas durante una transmisión a nivel nacional.
Mientras tanto, su oponente demócrata, Katie Hobbs, ya está en el registro reconociendo que aceptará una derrota si ese es el resultado de las elecciones. Hasta la fecha, casi todas las encuestas, que determinan quién lidera la contienda a gobernadora para este 8 de noviembre, lanzan los resultados al azar.
En una contienda que parece tener un pie firme en 2020, esto debido en gran parte a las repetidas afirmaciones falsas de Lake de que el presidente Joe Biden fue elegido ilegítimamente, el enfoque recién comenzó a cambiar hacia el futuro.
Y el futuro de las elecciones en Arizona podría verse muy diferente dependiendo de a quién elijan los votantes como su próximo gobernador. El día de las elecciones es el 8 de noviembre, pero las boletas electorales anticipadas ya están disponibles y la votación en curso.
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Un experto lo resumió de esta manera: el plan de Lake se basa en la retórica nacional que apunta a las elecciones, mientras que el plan de Hobbs se basa en su experiencia como jefa de elecciones del estado durante los últimos cuatro años.
Esto es lo que necesita saber sobre las propuestas de cada candidato cuando cómo se maneja el proceso electoral en el estado de Arizona.
Katie Hobbs, demócrata
Hobbs quiere que sea más fácil votar extendiendo la votación anticipada hasta el fin de semana anterior al día de las elecciones, permitiendo que los votantes se registren el día de las elecciones y haciendo que el día de las elecciones sea un feriado estatal.
Ella quiere aumentar los fondos para los funcionarios electorales del condado y el próximo secretario de estado para brindar educación pública sobre la votación y crear más centros de votación. Hobbs también quiere permitir la restauración automática de los derechos de voto de una persona que ha cometido un delito pero cumplió su condena.
Esos cambios equivalen a "herramientas para reducir la barrera de participación en las elecciones estadounidenses", dijo Christina Barsky, profesora asistente del Departamento de Administración y Políticas Públicas del Instituto Baucus de la Universidad de Montana. Barsky obtuvo su doctorado en ciencias políticas de la Universidad del Norte de Arizona, donde su disertación se centró en la administración electoral.
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Hobbs, quien fue elegida directoa de elecciones del estado en 2018, quiere otorgar más fondos para que los agentes del orden monitoreen las amenazas y los riesgos de seguridad para los trabajadores electorales, que se han enfrentado a ataques sin precedentes a raíz de afirmaciones falsas persistentes por parte de Trump de que las elecciones de 2020 fueron robadas. La propia Hobbs enfrentó esos ataques, y tuvo que tener un destacamento especial de seguridad del estado por eso, después de defender el resultado de las elecciones aquí.
Hobbs también quiere combatir la desinformación, la principal responsable de esas amenazas, que han dificultado aún más el ya complicado trabajo de encontrar trabajadores electorales. Su campaña no respondió una pregunta sobre cuánto dinero de los contribuyentes se necesita para lograr estos objetivos.
"Como secretario de Estado, mi prioridad es defender la voluntad de los votantes y garantizar elecciones justas y precisas", dijo Hobbs en un comunicado que calificó a Lake como "una de las mayores amenazas a nuestra democracia en nuestras vidas".
“No se equivoquen: nuestra democracia está en la boleta electoral de esta elección”, dice la declaración de Hobbs. "Debemos derrotar a Kari Lake este noviembre y poner fin a su cruzada contra nuestras libertades".
Kari Lake, republicana
Lake, la expresentadora de noticias en Phoenix, es una de las defensoras más fervientes de la nación de las afirmaciones falsas de Trump que ganó en 2020 (ninguna demanda o auditoría, incluida la revisión de la boleta electoral de los republicanos del Senado de Arizona, ha corroborado o producido evidencia para respaldar la afirmación).
Ella ha dicho que las elecciones fueron amañadas, robadas y corruptas. Más recientemente, señaló la escasez de boletas en el condado de Pima durante las elecciones primarias de agosto como motivo para "hacer preguntas" sobre las operaciones del gobierno. Lake quiere dejar de imprimir boletas en los lugares de votación, lo que, según Barsky, requeriría un gasto masivo de dólares de los contribuyentes y generaría un desperdicio significativo, dado que la mayoría de los votantes reciben boletas por correo.
El plan de Lake no incluye una cifra en dólares para poner en práctica su política, y la campaña no respondió a una pregunta sobre los costos.
En un evento el miércoles por la noche, Lake explicó sus objetivos de esta manera: "Vamos a asegurarnos de que todos los votantes de Arizona, demócratas, independientes y republicanos por igual, puedan irse a la cama la noche de las elecciones y sentirse seguros de que su único voto legal contados, y que pueden sentirse confiados en el resultado de la elección, ya sea que su chico gane o pierda".
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Lake dijo que "queremos saber quién será el ganador la noche de las elecciones" y "no queremos estar contando durante 10 días", pero también se comprometió a eliminar "todo el equipo que usa software" del proceso de conteo de votos debido a preocupaciones de que pueda ser manipulado.
Lake también quiere exigir la identificación del votante para todas las boletas. Ya se requiere identificación para votar en persona, y su asesor de políticas, Sam Stone, dijo que Lake también quería tener una identificación para las boletas por correo.
Los detalles de cómo se vería eso no están definidos, y Stone dijo que eso sucedería en conjunto con la Legislatura. Lo mismo ocurre con los llamados de Lake para endurecer las sanciones por "recolección de boletas", la práctica de recolectar y devolver las boletas enviadas por correo de otros que ya está restringida en gran medida por la ley. Sin embargo, la ley permite que los familiares, compañeros de casa o cuidadores entreguen boletas para otros votantes.
El mes pasado, una mujer de San Luis fue sentenciada a 30 días de prisión por recolectar cuatro boletas anticipadas en agosto de 2020, el único caso de este tipo antes del miércoles, cuando el fiscal general republicano Mark Brnovich anunció cargos contra otras dos personas alegando que recolectaron en menos ocho boletas, también en las elecciones primarias de agosto de 2020.
"El objetivo no es dificultar la votación", dijo Stone. "El objetivo es simplemente garantizar que las personas que votan sean las personas que legalmente pueden votar. Vamos a analizar detenidamente esas opciones".
Traducción Joanna Jacobo Rivera