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4 conlusiones de la investigación sobre abuso sexual dentro de la iglesia mormona

La línea de ayuda de la iglesia mormona es parte de un sistema que puede usarse indebidamente para desviar las acusaciones de abuso contra los miembros de la iglesia lejos de la aplicación de la ley.

Miguel Rezendes
MJ y su madre adoptiva se sientan para una entrevista con Associated Press en Sierra Vista el 27 de octubre de 2021. Las autoridades estatales colocaron a MJ en un hogar de acogida después de enterarse de que su padre, el difunto Paul Adams, la agredió sexualmente y publicó un video de las agresiones en Internet.

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Cuando un obispo de Arizona en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ampliamente conocida como la iglesia mormona, se enteró de que un miembro de su comunidad estaba agrediendo sexualmente a su propia hija de 5 años, siguió la política de la iglesia y llamó a la Línea de Ayuda de Abuso Mormon.

Más tarde, el obispo le dijo a la policía que los abogados de la iglesia en Salt Lake City que atienden la línea de ayuda las 24 horas del día, dijeron que debido a que se enteró del abuso durante una sesión de asesoramiento que la iglesia considera una confesión espiritual, estaba legalmente obligado a mantener el abuso en secreto.

Paul Douglas Adams, un empleado de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos que vive con su esposa y sus seis hijos en Bisbee, Arizona, continuó abusando de su hija durante siete años más y luego abusó de una segunda hija. Finalmente se detuvo en el 2017 sin ayuda de la iglesia solamente porque fue arrestado.

La agencia de noticias The Associated Press (AP) obtuvo miles de páginas de documentos judiciales sellados que muestran en detalle exactamente cómo la "línea de ayuda" de la iglesia puede desviar las denuncias de abuso lejos de las fuerzas del orden público, dejando a los niños en peligro.

Conclusiones de la investigación de la AP:

El privilegio clero-penitente

Una vista de un columpio en un patio de recreo solitario en Bisbee el 26 de octubre de 2021.

Los siete años de secreto en el caso de Adams comenzaron cuando los abogados de la iglesia en Salt Lake City le informaron al obispo John Herrod y más tarde al obispo Robert “Kim” Mauzy, que estaban exentos de los requisitos de denuncia bajo la ley estatal de denuncia de abuso infantil debido a la llamada ley privilegio clero-penitente.

“Absolutamente no puedes hacer nada”, señaló Herrod que le dijeron durante una entrevista con investigadores federales.

La ley de denuncia de abuso sexual infantil de Arizona, y leyes similares en más de 20 estados, afirman que el clero, los médicos, las enfermeras o cualquier persona que cuide a un niño y que “cree razonablemente” que el niño ha sido abusado o descuidado tiene la obligación legal de reportar la información a la policía o al Departamento de Seguridad Infantil del Estado. Pero también dice que el clero que recibe información sobre negligencia infantil o abuso sexual durante las confesiones espirituales “puede retener” esa información de las autoridades si el clero determina que es “razonable y necesario” según la doctrina de la iglesia.

Un abogado de Arizona que defiende a los obispos y a la iglesia en una demanda presentada por tres de los hijos de Adams, aseguró a AP que Herrod y Mauzy, y por extensión la iglesia, estaban actuando dentro de la ley y de acuerdo con sus “principios religiosos”.

“Estos obispos no hicieron nada malo. No violaron la ley y, por lo tanto, no pueden ser considerados responsables”, afirmó William Maledon. También calificó la demanda de los niños de Adams como “un robo de dinero”.

La línea de ayuda

AP Ilustración de Peter Hamlin basada en documentos legales.

The Associated Press obtuvo casi 12 mil páginas de registros sellados de una demanda por abuso sexual infantil no relacionada contra la iglesia mormona en Virginia Occidental, que muestran que la línea de ayuda es parte de un sistema que los líderes de la iglesia pueden usar indebidamente para desviar las acusaciones de abuso contra la iglesia y sus miembros, lejos de la aplicación de la ley y en su lugar, dirigirlos a los abogados de la iglesia, que pueden enterrar el problema dejando a las víctimas en peligro.

Esta se estableció en 1995 cuando las denuncias legales de abuso sexual contra las iglesias iban en aumento.

Los funcionarios de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días dijeron en declaraciones juradas incluidas en los registros sellados, que la línea de ayuda cuenta con trabajadores sociales que destruyen los registros de todas las llamadas al final de cada día.

Cuando los trabajadores sociales reciben llamadas sobre abuso que puede representar un riesgo para la iglesia, como abuso cometido por miembros prominentes de la iglesia, abuso perpetrado durante actividades de la iglesia o casos especialmente atroces de abuso, las llamadas se derivan a los abogados de Salt Lake City al bufete de abogados Kirton McConkie. La iglesia sostiene que todas las llamadas referidas a los abogados están protegidas por el privilegio abogado-cliente, sin dejar constancia de las acusaciones accesibles a los fiscales ni a los abogados de las víctimas.

La demanda presentada por los niños Adams alega: “La Iglesia Mormona implementa la Línea de ayuda no para la protección y el asesoramiento espiritual de las víctimas de abuso sexual... sino para que los abogados (de la iglesia) eliminen las quejas y protejan a la Iglesia Mormona de juicios potencialmente costosos”.

Los sobrevivientes

La hermana menor de MJ se encuentra en el patio delantero del abogado de Tucson que la representa en una demanda contra la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días el 30 de octubre de 2021.

Miranda y Matthew Whitworth adoptaron a la hija menor de Adams cuando tenía solo 2 años. Miranda aseguró que cuando se conocieron, la niña se rodeó la cabeza con los brazos y las piernas, hundió la cara en el cuello y se negó a mirar hacia arriba para despedirse de la familia de su madre.

“Fue la cosa más extraña”, expuso Miranda Whitworth. “Era como cuando ves a un mono bebé o a un gorila bebé aferrarse a su madre y simplemente no lo sueltan”.

La pareja dijo que se unieron a la demanda para presionar a la iglesia a cambiar su política para que cualquier caso de abuso sexual infantil se informe de inmediato a las autoridades civiles. “Simplemente no entendemos por qué están pagando a todos estos abogados para luchar contra esto”, señaló Matthew Whitworth. “Solo cambia la política.

Nancy Salminen, maestra de necesidades especiales en escuelas públicas, adoptó a la hija mayor de Adams, MJ, después de brindarle un hogar de crianza cuando tenía 12 años. Hoy en día, MJ es una alegre joven de 16 años que toca en la banda de su escuela preparatoria y se enorgullece de vestir un uniforme nuevo e impecable para su trabajo en un restaurante de comida rápida.

“Tenía todas las excusas para fracasar y simplemente meterse en sí misma y huir”, dijo Salminen. “Pero en cambio, se volvió más fuerte que nadie que haya conocido”.

El resultado

Paul Adams se suicidó en la cárcel antes de que pudiera ser juzgado por cargos federales de pornografía infantil y cargos estatales de abuso sexual infantil.

Leizza Adams no refutó dos cargos de abuso infantil y cumplió dos años y medio en una prisión estatal.

El juez Wallace Hoggatt calificó el abuso sufrido por MJ y su hermana menor como "uno de los casos más horrendos de abuso sexual infantil" que jamás haya enfrentado.

Hoy, la demanda presentada por los niños Adams en el Tribunal Superior del Condado Cochise, así como una investigación criminal por parte del fiscal del Condado Cochise, continúan desarrollándose.

“Creo que la Iglesia Mormona realmente apesta. En serio apesta”, subrayó MJ a la AP. “Son simplemente el peor tipo de personas, por lo que he vivido y por lo que otras personas han experimentado”.

Traducción Alfredo García