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Máster Camacho inculca disciplina y respeto a niños en comunidad de Maryvale

Sergio Camacho demuestra una patada a los niños en su instituto de artes marciales en Maryvale. El inmigrante mexicano ha estado enseñando a los niños cómo defenderse desde 2000.

El ser blanco de "bullying", u hostigamiento, en la escuela primaria por un problema de desviación en sus ojos animó a Sergio Camacho a inscribirse en una escuela de karate do en su natal Aguascalientes, México.

“Me decían bizco, me pegaban, me humillaban y ellos eran más grandes que yo. No podía defenderme”, recordó Camacho.

Lo que al principio fue una decisión para defenderse de los acosadores, se convertiría, sin pensarlo, en el principio de una larga carrera en las artes marciales, en su forma de vida.

“Después ya nadie se metía conmigo, me respetaban, y las artes marciales se convirtieron en mi pasión a lo largo de mi vida”, dijo.

Cuarenta y cuatro años después, Camacho es Noveno Dan de tae kwon do —la máxima distinción en vida de esta disciplina—; Sexto Dan en tang tsoo do; Sexto Dan en hapkido; y cinta negra en judo con la Asociación de Judo de EEUU. 

Su pasión por las artes marciales lo llevó a converstirse en máster, así como instructor de defensa personal y de tiro en academias de policía en Sonora, México.

En 2000, lanzó una escuela de tae kwon do en el oeste de Phoenix donde entrena a niños, y desde entonces ha apoyado a miles de niños a saber defenderse en la comunidad de Maryvale.

Inculcarle a sus alumnos las técnicas del tae kwon do, pero sobre todo valores y respeto, es uno de los objetivos de Master Sergio Camacho en su escuela de artes marciales en Phoenix, Arizona. En esta foto posa con sus alumnos de cinturón naranja.

De Aguascalientes a Phoenix

Fue en 1977 cuando Camacho, de 60 años, decidió emigrar a Estados Unidos.

Con apenas 15 años de edad, cruzó la frontera por Tijuana hasta Redondo Beach, California, donde vivió un corto tiempo antes de establecerse en Huntington Beach, California, donde reinició su práctica de las artes marciales bajo la instrucción de un experimentado entrenador.

“(En California) Me entrenaba Rubén Gonzalez, un gran maestro que incluso era actor, participó en películas mexicanas”, contó Camacho.

Camacho se mudó en 1995 a Phoenix, estableciéndose en la comunidad de Maryvale, una de las áreas más conflictivas de la ciudad ya que es conocida por su alta criminalidad.

Allí comenzó a trabajar como instructor de tae kwon do en el ya extinto YMCA en el Desert Sky Mall, y en el gimnasio Fitness West. También dio clases en un local ubicado en un centro comercial en la Avenida 67 e Indian School.

Pero fue en el 2000 cuando estableció su propia escuela Master Camacho Martial Arts en la Avenida 75 e Indian School, donde hasta la fecha continúa entrenando niños en la disciplina del tae kwon do.

“A Estados Unidos llegué sin nada. Todo lo que he hecho ha sido gracias a Dios y a mi esfuerzo. Llegué solo como cualquier inmigrante en busca de una mejor vida y gracias a la amnistía pude arreglar papeles en 1986 y para el 2000 me hice ciudadano americano”, dijo Camacho quien también conserva su ciudadanía mexicana.

Sus habilidades lo llevaron a ser invitado a impartir cursos de ataque y defensa personal en academias de policía en México, algo que hasta la fecha sigue siendo. También es instructor de armas de fuego en campos de tiro en Arizona.

Mejorando su comunidad por medio de la inclusión

Vivir en Maryvale, una de las comunidades de Phoenix con más altos índices de criminalidad en el estado, no es algo que lo incomode. Al contrario, lo ve como un reto para aportar su granito de arena en mejorar el área.

Inculcarles a sus alumnos las técnicas del tae kwon do, pero sobre todo valores y respeto, es uno de los objetivos de Camacho quien dijo que de esta manera él regresa a la comunidad a personas de bien.

En los 22 años que lleva su escuela, Camacho calcula que unos 40 mil niños han pasado por allí.

“Me enorgullece ver que padres de familia, que en su infancia fueron mis alumnos, me traen a sus niños a la escuela a que les de clases”, platicó.

Sergio Camacho demuestra una movida para sus estudiantes en su instituto de artes marciales en Maryvale. El inmigrante mexicano ha estado enseñando a los niños cómo defenderse desde 2000.

Camacho aclaró que sus clases son inclusivas, ya que cuenta con varios alumnos con autismo. “Los alumnos con autismo son muy inteligentes, yo les doy un trato igual que al resto de mis alumnos. Los corrijo cuando tengo que hacerlo y ellos aprenden rápido”, dijo.

Edgardo García, quien fue alumno de Camacho y ha trabajado con él como instructor en su escuela, aplaudió la pasión con la que el máster imparte cátedra en el tae kwon do.

“He conocido a bastantes maestros de tae kwon do tanto en el estado como de fuera, y te puedo decir que nadie tan profesional como máster Camacho”, dijo Garcia, de 57 años.

“Es un maestro que impone mucha disciplina y respeto. Con él tienes que sudar la gota gorda para ganarte los cinturones, y eso hace que su escuela sea una de las más prestigiosa”, compartió.

García es Tercer Dan en cinta negra. Su hija Priscila Garcia, quien está próxima a graduarse como médico en la Universidad de Arizona, fue alumna de Camacho desde los 7 años alcanzando la cinta negra y ganando varias competencias.

Camacho recordó con cariño a la alumna Esperanza Porchini, una niña con una condición especial a la que los doctores le daban 15 años de vida.

“En la actualidad ella tiene 30 años, es cinta negra y ha ganado varios torneos para competidores especiales en Las Vegas. Me siento muy orgulloso de ella”, dijo.

Las clases no solo quedan allí, dijo, ya que Master Camacho Martial Arts es una escuela que ha ganado varios campeonatos a nivel estatal. Sus alumnos han participado en torneos internacionales en Irlanda, Costa Rica, Las Vegas, entre otras sedes, obteniendo varios primeros lugares.

“Formamos niños respetuosos, estudiantes, que no son delincuentes, que no son pandilleros, vagos. Esa es la satisfacción que yo tengo, cada niño de mi clase que se gradúa de la high school o universidad, es una satisfacción para mí. Estamos logrando que todos ellos estén fuera de las calles”, dijo Camacho.

Padres ven cambio para bien en sus hijos

Sergio Camacho demuestra instruye a sus estudiantes en su instituto de artes marciales en Maryvale. El inmigrante mexicano ha estado enseñando a los niños cómo defenderse desde 2000.

Judith N. inscribió a su niño Alejandro a Master Camacho Martial Arts por recomendación de una maestra. La intención era tenerlo distraído ya que es un niño hiperactivo.

"Ha tenido un mejor comportamiento desde que ha venido con máster Camacho. He notado un cambio bastante notable en su disciplina y concentración, sobre todo, se puede enfocar mucho mejor en las cosas a como lo hacía antes, y tiene más paciencia", indicó.

“Vivo en esta área de Maryvale y por lo mismo es importante involucrar a los niños en algún deporte u otro tipo de actividades para que no se vayan por el lado incorrecto”, dijo.

Aidée Pedroza y Roberto Flores son padres de familia que manejan desde Avondale para llevar a sus respectivos hijos a entrenar a Master Camacho Martial Arts.

“Es un sacrificio que hago tres días a la semana, pero he mirado un gran progreso en mi niño”, dijo Pedroza, “La gasolina está cara pero el dinero va y viene, lo más importante es apoyar a nuestros hijos".

Por su parte Flores, quien maneja desde el área de la Dysart Road, dice que el bullying que sufren los niños en la escuela primaria es lo que lo ánimo a inscribir a su hijo Roberto Jr., de 7 años, en la escuela de Camacho.

“El principal objetivo de traerlo es para que aprenda a defenderse y lo ha hecho muy bien en un año y medio. El máster Sergio Camacho es muy bueno, al niño le ha gustado mucho y yo lo apoyo”, dijo Flores.

Comuníquese con el reportero de La Voz Javier Arce por correo electrónico Javier.arce@lavozarizona.com  o por Twitter @JavierArce33.

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