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Arizona ejecutó hoy a Clarence Dixon por el asesinato de Deana Bowdoin en 1978

Jimmy Jenkins
Arizona Republic

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Arizona ejecutó el miércoles por la mañana a Clarence Dixon en la prisión estatal de Florence por el asesinato en 1978 de Deana Bowdoin, una estudiante de la ASU de 21 años. 

La ejecución tuvo lugar a las 10 de la mañana. Dixon fue el primer hombre condenado a muerte por Arizona desde la ejecución fallida de Joseph Wood en 2014.

Familia reacciona

Leslie Bowdoin James, hermana de Deana Bowdoin, estuvo en la ejecución de Clarence Dixon. Dijo que el evento no cierra el ciclo, pero proporciona alivio.

"Esto es la finalidad de este proceso. Es un alivio. Ha sido demasiado, demasiado, demasiado largo", dijo. "¿Por qué no me sorprende que (Dixon) haya decidido utilizar el nombre de mi hermana?".

Colleen Clase, Jefa de abogados de Arizona Voice For Crime Victims y abogada de Bowdoin James, dijo que la familia buscó continuamente justicia para Deana.

"A Dixon se le concedieron todos los recursos posibles del debido proceso", dijo. "Leslie nunca renunció a buscar justicia para Deana".

El proceso ha sido largo y agotador para Bowdoin James, quien dijo a los medios de comunicación que su marido acaba de morir hace 12 días. Dijo que siente que finalmente se ha hecho justicia.

"Tus palabras pueden herir, pero tus palabras pueden ayudar y curar también", dijo a los medios de comunicación en la ejecución. "43 y 20. el número de audiencias y el número de años que he asistido desde la acusación".

El testimonio de un testigo

Taylor Tasler, un testigo de los medios de comunicación para KTAR dijo que Dixon nunca hizo contacto visual con nadie durante la ejecución. Dixon jadeó tras la administración de los fármacos y luego pareció dormirse, dijo.

Dixon pareció perder el conocimiento unos minutos después de la inyección, confirmó Troy Hayden, un testigo de los medios de comunicación para Fox 10.

Hayden dijo que Dixon hizo varios comentarios a los médicos, los insultó burlándose de su juramento hipocrático y dijo que "adoraban la muerte".

Los testigos dijeron que hubo problemas para insertar la vía intravenosa. Dixon, que tenía 67 años, parecía sentir dolor mientras el equipo de ejecución intentaba colocar la vía intravenosa, y finalmente se la pusieron en la ingle.

"Vi lo que parecía ser un corte en la ingle, tuvieron que limpiar una buena cantidad de sangre", dijo Paul Davenport, un testigo de los medios de comunicación para Associated Press.

Apelaciones para un indulto de última hora

Los abogados de Dixon hicieron varios intentos para detener o posponer la ejecución, sosteniendo que era mentalmente incompetente para entender por qué estaba siendo ejecutado.

Pero varios tribunales consideraron que, aunque Dixon pudiera haber albergado delirios sobre una conspiración judicial para matarlo, era consciente de sus circunstancias y constitucionalmente apto para ser ejecutado.

Las impugnaciones legales de los abogados de Dixon, que alegaban que los fármacos para la inyección letal que el estado tenía previsto utilizar estaban caducados, hicieron que el Departamento Correccional ordenara la creación de un nuevo lote de pentobarbital compuesto sólo dos días antes de su ejecución.

La Junta de Clemencia Ejecutiva de Arizona denegó las peticiones de los abogados de Dixon de conmutación o indulto. Sus abogados pidieron clemencia, alegando que Dixon era ciego, frágil y con mala salud y que no representaba un peligro para la sociedad ni para nadie del sistema penitenciario. Pero la junta denegó las peticiones, diciendo que Dixon no había mostrado ningún remordimiento por sus crímenes.

La primera ejecución desde 2014

Arizona no ha llevado a cabo una ejecución desde la controversial ejecución de Joseph Wood en 2014, que tardó casi dos horas en completarse.

El estado afirma que ha perfeccionado sus protocolos de ejecución y que planea utilizar un solo fármaco, el pentobarbital, para las ejecuciones, en lugar de la combinación de fármacos que se utilizó en Wood. El pentobarbital fue utilizado con éxito por el gobierno federal en una serie de ejecuciones realizadas en 2020.

La ejecución de Dixon marca el regreso de la pena de muerte para Arizona después de una historia problemática que incluye el intento del estado de adquirir medicamentos para la ejecución de manera ilegal en 2015 y, más recientemente, no determinar con precisión la vida útil del pentobarbital que el estado planea usar en adelante.

Como los delitos por los que Dixon fue condenado ocurrieron antes de 1992, podía elegir entre la muerte por inyección letal o la cámara de gas.

La última ejecución en la cámara de gas del estado fue la de Walter LaGrand en 1999, documentada por testigos como de 18 minutos de duración y caracterizada como agonizante. LaGrand era un ciudadano alemán condenado en 1984 por su participación en la muerte de Kenneth Hartsock.

Antecedentes de Deana Bowdoin

Deana Bowdoin creció en el Valle y se graduó con honores en la Camelback High School.

Estudió en el extranjero mientras estaba en la Universidad Estatal de Arizona y estaba considerando una carrera en derecho, marketing internacional o diplomacia después de tomar el LSAT y las pruebas de Oficiales del Servicio Exterior.

Pero en la madrugada del 7 de enero de 1978, la encontraron muerta dentro de su apartamento. Su asesinato permaneció sin resolver durante más de 20 años.

En 2001, la tecnología del ADN conectó a Clarence Dixon con el asesinato de Bowdoin. Se declaró inocente en su comparecencia en enero de 2003, pero finalmente fue condenado unos años más tarde.

El corredor de la muerte de Arizona

Según la Oficina del Fiscal General de Arizona, hay más de 20 personas en el corredor de la muerte que han agotado sus recursos.

Está previsto que Frank Atwood, condenado en el condado de Pima en 1987 por el asesinato de una niña de 8 años, Vicki Lynne Hoskinson, sea ejecutado el 8 de junio.

Traducción: Javier Arce