Familiares de desaparecidos en 'carretera de la muerte' no frenan su lucha
Nota del editor: Los nombres completos de los desaparecidos no se publicaron por su seguridad.
Le llaman “La carretera de la muerte”.
Son 219 kilómetros que comprenden la carretera que va de Nuevo Laredo, Tamaulipas, a Monterrey, Nuevo León, y en ella han desaparecido decenas de personas dejando a sus familias desoladas, desamparadas y rogando que la autoridad las busque y las encuentre. Sin obtener resultados, los familiares no saben quién se los llevó, para qué, quién los tiene ni dónde están.
En septiembre, la Comisión Nacional de Búsqueda de México reportó que al menos 71 personas han desaparecido al viajar por la carretera desde octubre de 2020 —al menos media docena son estadounidenses, aseguró la Comisión.
Familiares de los desaparecidos, sin embargo, dicen que las cifras superan los 150.
El caso de Pedro, quien desapareció el 23 de abril, es tan solo uno de ellos.
Ese día, Pedro viajaba en esa carretera acompañado de un amigo. Realizaban un servicio particular de taxi a dos familias en Nuevo Laredo. La esposa de Pedro, Juana María, afirmó que minutos antes de desaparecer Pedro se comunicó con ella diciéndole que ya iban de regreso a Monterrey. Y luego un silencio desesperante que le parte el alma.
“Él desapareció con un compañero mío de trabajo ... Este amigo iba por unas personas ahí en Nuevo Laredo. No sabemos nada de las dos familias que venían en el carro con ellos, ni de ellos”, indicó Juana María.
Cuatro familias perdieron contacto con sus seres queridos ese día. Viajaban en esta “carretera de la muerte” y se sumaron a las más de 11,000 personas que no han sido localizadas en el estado de Tamaulipas, desde 1964 hasta la fecha. De acuerdo a datos de la Secretaría de Gobernación, Tamaulipas es uno de los estados con mayor número de desparecidos.
La incesante búsqueda que desde ese día de abril emprendió Juana María es una que cientos de familias emprenden cada año en los estados de Nuevo León y Tamaulipas en busca de sus seres queridos.
Por medio de un colectivo, los familiares han conseguido audiencias con funcionarios estatales y federales; han firmado acuerdos en los que las autoridades prometen hacer más en su búsqueda; han sido apoyados con subvenciones y despensas; y han marchado por calles y frente a palacios gubernamentales exigiendo se haga más por encontrar a sus desparecidos. Sin obtener respuesta por parte de autoridades estatales, Juana María y muchos más aún indagan por el paradero de aquellos ausentes.
Nace esfuerzo para localizar a sus desaparecidos
Después de horas de no saber de su esposo, Juana María acudió con las autoridades policiacas de Nuevo León para levantar una denuncia. Sin embargo, no la aceptaron y la dirigeron con las autoridades de Tamaulipas ya que "la desaparición de mi esposo se había dado en la carretera en el tramo que pertenece a Tamaulipas, por lo que era necesario que el acta se levantara allá”, dijo.
El caso de Juana María tan solo es un ejemplo del poco apoyo que tienen de las autoridades las familias de los desaparecidos en esa carretera.
“¿A dónde vamos? ¿Dónde preguntamos? Yo en algún momento dije 'si fuera aquí (Nuevo León), creo que la policía, con todos los datos que proporcioné, ya me lo hubieran sacado vivo o muerto'", dijo Juana María. "Pero allá es difícil, porque ya es Tamaulipas, otro estado”.
Desesperada, Juana María empezó a realizar una búsqueda en Internet y descubrió algo que le aterró: su esposo no era el único desaparecido en esa carretera. Había muchos casos. Y lo peor, luego de meses y hasta años, los familiares de aquellos otros desaparecidos aún seguían buscando.
“En Facebook, empecé a ver que había personas desaparecidas ... que eran demasiadas personas que estaban pasando lo mismo, y empezaron a contactarme", señaló.
Fue así que se formó el contingente “Todos Somos Uno, Colectivo Buscando Desaparecidos de Nuevo León en Nuevo Laredo, Tamaulipas”. Mediante la creación de este grupo, Juana María y decenas de familias pudierion formalizar su lucha para buscar a sus desparecidos.
Dentro del colectivo que encabeza Juana María, se encuentra Sebastián quien busca a su hermano Jorge desde que desapareció el 25 de mayo.
Según Sebastián, su hermano es uno de dos ingenieros regiomontanos que desaperecieron al viajar sobre la carretera. La última vez que vio a su hermano fue el día antes de que desapareció. Jorge y su amigo Ricardo viajarían de Monterrey a Nuevo Laredo por cuestión de trabajo.
“El día 24 de mayo cenamos en familia, en la casa ... Ricardo quien era su amigo de años pasó por él y parten a Nuevo Laredo. Y ya no volvimos a saber nada de ellos", contó Sebastián. "Conseguimos las localizaciones (de sus celulares) de dónde estaban y arroja que estaban en el estado de Tamaulipas, en el mismo punto carretero donde desaparecen todos”, indicó.
Sebastián y su familia levantaron la denuncia en ambos estados. "A partir de ahí, empezamos a indagar, a difundir por redes sociales sociales su desaparición y ahí nos encontramos que no eran los únicos desaparecidos, que había una lista muy larga de desaparecidos", dijo. Fue así que él y su familia se unieron al colectivo.
Mediante más personas se unían, se comenzó a formular una lista de todas los desaparecidos. Algunos son menores de edad, otros extranjeros y algunos provienen de municipios fuera de Tamaulipas y Nuevo León, según la lista del colectivo.
Para fin de septiembre, los nombres de alrededor de 150 personas comprendían la lista. “Mujeres hay tres o cuatro (desaparecidas). Menores hay al menos cinco (entre las edades de 3 a 16 años) ... y los demás son hombres”, indicó.
Según Sebastián, la mayoría son hombres, “personas en edad productiva. La mayoría ronda los 30, 35 años ... son hombres trabajadores".
“Hay muchas gente a la que se les fue su sustento, que son sus esposos. Dejaron niños chiquitos, de meses," dijo Juana María.
En esta búsqueda del colectivo, las familias se unen no solo para compartir su pena, sino para ayudarse entre ellos con el seguimiento de las denuncias. Éstas se tienen que hacer en Ciudad Victoria, Tamaulipas, —ahí se ubica el punto de la carretera donde se realizan las desapariciones.
Una carretera que desaparece a viajeros
En septiembre un sitio de exterminio fue localizado en las afueras de la ciudad de Nuevo Laredo, sobre esta carretera. En la zona se recuperaron “restos humanos calcinados a nivel de superficie, un posible crematorio clandestino y la presencia de posibles fosas clandestinas”, indicó Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de México.
En 2012 fue cuando inicio la presentación de denuncias de personas desaparecidas a lo largo de la carretera —la mayoría hoy se suma a la cifra de los más de 94,000 que permanecen desparecidos en todo el país.
Las autoridades de Tamaulipas y Nuevo León no ofrecen una explicación exacta sobre por qué forzosamente se desaparecen a viajeros sobre este tramo. Solo lo añaden el fenómeno que desde la llamada guerra contra el narcotráfico de 2006 —iniciada por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa- ha ido en aumento: el crimen organizado.
Ubicado junto a Laredo, Texas, el municipio de Nuevo Laredo ha sido desde hace años un territorio dominado por el Cártel del Noreste, una facción del antiguo cártel de Los Zetas. Según Quintana, estos cárteles usan a menudo campos de exterminio.
Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, indicó esta semana durante una reunión con las Naciones Unidas que las desapariciones están vinculadas a la llamada guerra contra el narcotráfico iniciada en gobiernos anteriores y que ha sido heredada a éste.
“El fenómeno de la desaparición ... está vinculada a la corrupción de las fuerzas policiales, ligadas al crimen organizado en periodos tanto de la guerra sucia como de la guerra mal llamada 'guerra contra el narcotráfico' —misma que mantiene abierta una herida que el gobierno de México ha asumido y que mantiene como punto central en la búsqueda de personas desaparecidas a fin de garantizar verdad y justicia”, expresó.
Juana María y miembros del colectivo concuerdan que se trata del crimen organizado, quienes se llevan a sus seres queridos.
Juana María ha sabido de personas levantadas que han sido liberadas después de pagar la suma de 100 mil pesos. En mucho casos los hombres liberados no hablan sobre qué les ocurrió ni en dónde estuvieron.
“Yo me he puesto en contacto con los liberados, pero ya no quieren decir nada. Solo nos dicen que había más gente, que no perdamos la fe y de ahí no nos dicen nada más," indicó Juana María. "La mayoría son traileros, hay un muchacho que también lo agarraron después de mi esposo ... lo dejaron libre, pero no quiso decir nada, no comenta nada”, indicó.
En algunos casos, como los de estos hombres, las extorsiones llevan a la liberación de las personas secuestradas. Pero a veces esa llamada para pedir dinero no llega —en su lugar, una llamada amenazadora.
“Yo recibí solamente una llamada donde me decían que no estuviera haciendo tanto pedo, que porque sino me iba cargar la 'chin', ya sabes", contó Juana María.
'¿Cómo no vas a saber tú como autoridad lo que está pasando?'
Durante este proceso de búsqueda de su esposo y de otras personas, Juana María aseguró que ha entregado información a las autoridades de Tamaulipas que puede ayudar en ubicar a los desaparecidos.
Escuchan lo mismo cada vez: "estamos investigando", dijo Juana María.
Los miembros del colectivo se han percatado que los teléfonos celulares y las tarjetas de sus seres queridos siguen en uso.
Este fue el caso para Sebastián. “Nosotros proporcionamos (a las autoridades) la última localización de Jorge, de Ricardo. Otras familias también tienen la última localización de sus familiares", dijo. "Es alarmante aún, que con todos estos datos las autoridades no encuentren nada, no hay ningún avance.
"Los familiares siguen teniendo acceso a las tarjetas de sus familiares desaparecidos y ven los estados de cuenta de los movimientos que se hacen con estas tarjetas, hemos proporcionado esta información y nada, no hacen nada, ya proporcionamos todo esto y pues no, no hay nada”, señaló.
A falta de respuesta, los miembros del colectivo viajaron a Ciudad Victoria, Tamaulipas, a exigir una audiencia con la fiscalía. "Tú hablabas a las autoridades de Tamaulipas y no te contestaban el teléfono ... tuvimos que viajar a Ciudad Victoria, exponernos a pasar por la carretera en donde han desaparecido los nuestros”, señaló Juana María.
Pese que ya habían tenido una audiencia con el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, no fue hasta reunirse con varios funcionarios de Tamaulipas el 1 de julio que finalmente se les escuchó.
Además de varios líderes del colectivo, estuvieron presentes el Fiscal General de Justicia de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica; el Comisionado Estatal de Búsqueda de Personas de Tamaulipas, Jorge Ernesto Macías Espinoza; y la Comisionada Estatal de Víctimas de Tamaulipas, Lorena Garrido Salazar; entre otros, así como líderes de varios funcionarios de Nuevo León.
Según un comunicado de la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas, se acordó lo siguiente:
- Todas las investigaciones relacionadas a la desaparición en la carretera Monterrey-Nuevo Laredo serán trasladadas e investigadas en Ciudad Victoria
- Mesas de trabajo se llevarán a cabo para explicar los expedientes con las víctimas. Se realizarán en el estado de Nuevo León si la mayoría de éstas se localizan en ese estado.
- Las personas que no puedan trasladarse a Ciudad Victoria serán atendidad de manera virtual.
- Se llevarán a cabo reuniones en persona o virtuales con el Comisionado Estatal de Búsqueda de Tamaulipas.
- Existirá el apoyo por parte de los siguientes: Fiscales Especializados en la Investigación de Delitos de Desaparición, tanto de Nuevo León como Tamaulipas, y los respectivos Comisionados de Búsqueda, la Fiscalías de Justicia, Secretarías de Seguridad Pública de Nuevo León y Tamaulipas, y se solicitará el apoyo y acompañamiento de elementos del Ejército Mexicano y Guardia Nacional.
En estos acuerdos, se aseguró también que se deberá hacer del conocimiento a familiares la información del hallazgo de evidencias en las búsquedas.
Pero según Juana María, desde lo acordado hasta la fecha las autoridades aseguran no tener más información sobre el paraderos de sus seres queridos.
“Pero, ¿cómo? Son muchas cosas que no me cuadran. Me intriga —'¿cómo no vas a saber tú, como autoridad, lo que está pasando en tu estado'”, indicó.
Las fiscalías de Tamaulipas y Nuevo León no respondieron a la solicitud por comentario de parte de este medio.
No pierden la esperanza
En agosto, el colectivo solicitó una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, viajando hasta la Ciudad de México en protesta frente al palacio federal para hacerse saber su súplica. Hasta la fecha, no han obtenido respuesta por parte del gobierno federal.
“Nosotros ya nos desesperamos. Estamos buscando ahora la ayuda del gobierno federal, que hagan más, porque según ya hicieron una búsqueda ... pero para mí cuatro a cinco elementos del gobierno de Tamaulipas no son suficientes para buscar a las decenas de desaparecidos”, indicó.
El lunes, el Comité Contra la Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas (CED por sus siglas en inglés) realizó una primera visita a México, prometiendo una jornada de 11 días para trabajar con las víctimas indirectas de los casi 100,000 forzosamente desaparecidos en todo México.
El CED trabaja ya en México y realizará un recorrido por 12 estados —entre los que se incluyen Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Veracruz y Sinaloa- para reunirse con autoridades, víctimas, organizaciones civiles y otras instituciones de derechos humanos.
Juana María señaló que la Oficina de Víctimas de Desaparecidos de Tamaulipas les ha ofrecido apoyo de asesoría legal, de becas y despensas para sus hijos, pero más allá de eso, lo que ellos quieren es recuperar a sus familiares. El colectivo también ha logrado tener mesas de diálogo con representantes de Derechos Humanos, cuerpo que les ha brindado ayuda psicológica.
"La verdad, aunque suena grosero, a mí eso no me sirve. A lo mejor las becas sí sirven, pero pensábamos que era algo diferente. Como decir: 'ya están tus carpetas de investigación en Tamaulipas y tengo estos datos, estos resultados' y no es así”, dijo Juana María.
El colectivo tampoco ha logrado reunirse con la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, ya que, según Juana María, ella se ha negado a atenderlos personalmente.
“Sí la hemos buscado. De hecho le mandamos mensajes, pero jamás nos contesta. No tenemos ningún apoyo de Comisión de Búsqueda de Desaparecidos”, indicó.
La Comisión Nacional de Búsqueda no respondió a la solicitud por comentario de parte de este medio.
Según Juana María, cuando el colectivo recibió la noticia sobre el campo de exterminio encontrado en las inmediaciones de esta carretera en septiembre, les causó grave preocupación.
“Yo le hago la pregunta a la señora Karla (Quintana), ¿qué sentiría que le dijeran que su familiar fue encontrado en un bote quemado? No nos han mostrado lo que se encontró, nos mostraron algunas pertenencias, pero no coincidieron con las de nuestros desaparecidos, no nos han mostrado nada nuevo”, indicó.
A pesar de eso, siguen buscando, esperanzados de que siguen con vida.
Tanto a Sebastián como a su familia les han realizado pruebas de ADN para ver si corresponden a restos óseos que han encontrado. Ninguna ha coincidido, lo que les da esperanza que puedan ser localizados y liberados.
“En su inicio, llamamos a hospitales, a otra instituciones. Y con el apoyo de las autoridades de Nuevo León nos hicieron muestras de ADN, las cuales también fueron enviadas hacia Tamaulipas", dijo Sebastián. "Afortunadamente lo seguimos buscando”.
El Associated Press contribuyó a este reportaje.