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México: inician funerales por migrantes muertos en Texas

AP
Los familiares rodean los ataúdes con los restos de Jair Valencia, Misael Olivares y Yovani Valencia en su casa familiar en San Marcos Atexquilapan, estado de Veracruz, México, el miércoles 13 de julio de 2022. Los tres formaban parte de un grupo de migrantes que murieron de calor y deshidratación en un camión-remolque cerrado abandonado por contrabandistas en las afueras de San Antonio, Texas, el 27 de junio.

SAN MARCOS ATEXQUILAPAN, México – Después de días de preparativos y de juntar donativos para los funerales, San Marcos Atexquilapan, una comunidad de montaña del este de México, comenzó el jueves a velar a tres muchachos que murieron en un tráiler en San Antonio, Texas, hace dos semanas junto a otros 50 migrantes.

Con velas y canciones populares que tocaba una banda local, varios cientos de habitantes del lugar y de otros poblados vecinos recibieron en la madrugada las carrozas fúnebres que traían los cuerpos de los hermanos Jaír y Yovani Valencia Olivares, de 19 y 16 años, y su primo Misael Olivares, también de 16.

La humilde casa de los abuelos de los jóvenes, adonde fueron llevados los ataúdes, en minutos se vio desbordada por decenas de familiares y amigos que iniciaron el velatorio que se extenderá hasta el viernes, cuando serán enterrados.

A su vez, la mañana del jueves llegaron a la localidad de Cerro Verde, en el municipio de San Miguel Huautla del estado sureño de Oaxaca, los restos de Javier Flores López para ser velados en una pequeña capilla del poblado donde se concentraron su madre, hermanos, su esposa y otros familiares.

Escenas similares se repetían en otros puntos de México adonde en las últimas horas llegaron los cuerpos de 16 de las víctimas del peor suceso vinculado al tráfico de migrantes que ha tenido lugar en territorio estadounidense.

Miembros de la Casa de la Anunciación de la Diócesis de El Paso, Texas, y ciudadanos y migrantes realizaron una vigilia para honrar a los 53 migrantes que murieron en la parte trasera de un camión tractor el 27 de junio en San Antonio, Texas, encendiendo velas y portando pancartas que decían "el título 42 mata" y "termina todo el título 42". Los participantes leyeron el mensaje que dio el Papa Francisco sobre la indiferencia ante la muerte de los migrantes.

Entre la tarde y noche del miércoles llegaron al país dos vuelos de las fuerzas armadas mexicanas procedentes de San Antonio con los restos mortales de 16 víctimas. La cancillería informó en un comunicado que el jueves habrá al menos un vuelo más para completar la repatriación de 25 de los 26 mexicanos fallecidos en Texas a pedido de sus familias.

En la tragedia perdieron la vida además 21 guatemaltecos y seis hondureños, cuyo traslado a sus países también se espera que sea pronto.

Varios eran adolescentes, como los primos Olivares, que serán enterrados el viernes. Su despedida congregó a cientos de personas de esa zona de la sierra veracruzana porque los jóvenes jugaban en un equipo de fútbol local y eran muy conocidos.

“No lo puedo aceptar”, susurró Yolanda Valencia, la madre de los dos hermanos, mientras esperaba la llegada de los féretros. Los cuerpos iban a ser recibidos de madrugada en la entrada del pueblo por familiares y amigos y llevados a hombros hasta la casa del abuelo, donde se instaló el velorio.

La mujer, casi sin fuerzas, aseguró sin embargo que había que “echarle ganas” a la vida, “tratar de luchar para que los sueños que ellos tenían se hagan realidad… ¿Cómo? No lo sé”, indicó.

Sus hijos querían construir una casa y montar una zapatería en este pueblo de alrededor de 1.500 habitantes, que suele estar cubierto por la bruma y donde es tradicional la fabricación de calzado. “Se fueron con muchas metas que no realizaron”, añadió la madre.

Los migrantes fueron hallados el 27 de junio asfixiados y deshidratados dentro de un tráiler sin ventilación a las afueras de San Antonio.

El camión transportaba un total de 73 personas, hombres y mujeres humildes que pagaron miles de dólares a traficantes para ingresar ilegalmente en Estados Unidos, donde aspiraban lograr una vida mejor.

Hasta el momento, las autoridades estadounidenses reportaron la detención de cuatro personas: el chofer, de nacionalidad estadounidense, y otros tres hombres. La fiscalía dijo que dos de los sospechosos, incluido el conductor, enfrentan cargos que podrían suponerles la cadena perpetua o la pena de muerte si son declarados culpables.