Mary Paz Banquells sabe que a sus hijos le preocupa ver peleando a Alfredo Adame
Mary Paz Banquells, como ex esposa de Alfredo Adame, lamenta el camino que el actor ha tomado, peleando siempre a golpes, porque es una situación que afecta a sus hijos.
Para la actriz Mary Paz Banquells, quien estuvo casada por más de 25 años con Alfredo Adame, es lamentable ver el camino que ha tomado el actor, peleando siempre a golpes, pues es una situación que afecta a su hijos.
“A mí me duele, porque a mis hijos les duele, porque finalmente es su padre y a mí me duele ver a mis hijos preocupados y sufriendo por lo que le pueda pasar, pero así como yo, mis hijos no pueden hacer nada”, indicó.
Mary Paz, quien está de regreso al teatro, asegura que luego de su penoso divorcio, no tiene ninguna relación él, cada quien tomó su camino, y es responsable de sus propios actos, por lo que le desea lo mejor, pero no es algo de lo que pueda, ni quiera opinar.
“Cada quien agarró su camino, y pues ya él ha agarrado ese camino y ojalá que ese sea el camino que lo haga ser feliz”, indicó.
Aunque luego de su divorcio en 2018, Mary Paz y sus hijos, han padecido de la violencia verbal del actor, quien incluso ha llegado a desconocer a los tres jóvenes, acusándolos de robo, ellos siguen queriéndolo y jamás comentan nada malo de él.
“Él marco su raya, finalmente dijo que no eran sus hijos, que no eran su sangre, que les quería quitar el apellido, a mi no me comentan nada, pero sé que les duele, les afecta, pero no se puede hacer nada, en esta vida, si tú no reconoces que necesitas una terapia o una ayuda profesional, entonces nadie puede hacer nada por ti”, indicó.
La actriz, quien ha relatado en varias ocasiones que sufrió violencia intrafamiliar cuando estuvo casada con él, señaló que a ella siempre le dio miedo que él tuviera armas en casa.
“Cuando te casas, aceptas a la persona tal cual, yo no soy una persona violenta y yo creo que eso fue parte de lo que nos fue alejando y tomar cada quien su rumbo, por supuesto que a mí me daba mucho miedo (que tuviera armas), de hecho, cuando me embaracé de Diego, lo primero que hice fue irme a comprar candados para ponerles a los gatillos, porque a mí me daba terror. A mí no me amenazó (con un arma), pero sí lo veía, cuando de repente amenazaba a las personas en el coche, sacando el arma para demostrarles que traía, yo le decía: “primero te estás peleando por el espejo y se te va a salir un tiro y después a la que te vas a llevar entre las patas, es a mí”, señaló.
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